viernes, 5 de marzo de 2010

.Cáncer: Discovery dsalud


TULLIO SIMONCINI: “EL VERDADERO ENEMIGO EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER ES LA IDEA OFICIAL DE LO QUE ES EL CÁNCER”



El oncólogo italiano Tullio Simoncini expondrá durante el III Congreso Internacional sobre Tratamientos Complementarios y Alternativos en Cáncer que se celebrará los días 31 de octubre y 1 de noviembre en Madrid su revolucionaria teoría sobre el uso del bicarbonato sódico en el tratamiento del cáncer. Simoncini, repudiado hoy por sus colegas, está sin embargo viéndose cada vez más respaldado pues el pasado mes de marzo el diario de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer publicaba un artículo precisamente titulado El bicarbonato aumenta el pH e inhibe las metástasis. Antes de venir a Madrid Simoncini ha hablado extensamente con nosotros. Y en la entrevista, además de incidir en las bases de su teoría, ha sido claro en su crítica al sistema: “El verdadero enemigo en la lucha contra el cáncer –nos diría- es la idea oficial de lo que es el cáncer”.

La presencia del oncólogo italiano Tullio Simoncini en Madrid será sin duda uno de los grandes momentos del III Congreso Internacional sobre Tratamientos Complementarios y Alternativos en Cáncer. Su perfil médico -es oncólogo-, su relato -apasionado como buen italiano- y su presentación -siempre acompañada de imágenes en video del interior de nuestro organismo en las que muestra la existencia de colonias de hongos en los tumores y su eliminación con bicarbonato sódico- suponen pues una oportunidad única para que oncólogos, médicos y demás profesionales de la salud -así como quienes padecen cáncer- conozcan de primera mano esta singular forma de tratamiento con la que tan buenos resultados se están obteniendo. De hecho quien aún considere que su propuesta de tratar el cáncer usando bicarbonato sódico como antifúngico contra el cáncer es demasiado osada y sencilla como para ser realmente eficaz y tenida en cuenta debería leerse el reportaje que ya publicamos sobre este asunto en el nº 109 –lo tiene en nuestra web: www.dsalud.com- y todo lo que la literatura científica sabe sobre su uso en medicina como regulador alcalino natural para intentar mantener el pH de nuestro organismo entre 7,35 y 7,45.
Especialmente interesante resulta además el artículo publicado este mismo año por la American Cancer Research –lo tiene en http://cancerres.aacrjournals.org con el título Bicarbonate Increases Tumor pH and Inhibits Spontaneous Metastases) porque en él investigadores del Arizona Cancer Center de la Universidad de Arizona y del departamento de Farmacología de la Universidad Wayne State de Michigan (EEUU) no dudan en recomendar el bicarbonato sódico como terapia contra el cáncer. “El trabajo pone a prueba –señalan- la hipótesis de que la neutralización del pH ácido de los tumores inhibe la invasión y, por tanto, reduce la incidencia de metástasis espontánea. El pH ácido fue inhibido por el consumo oral de NaHCO3 –bicarbonato sódico- que ya ha demostrado que es capaz de invertir gradientes de pH de manera eficaz en los tumores sin afectar al pH de los tejidos normales (…) Es significativo que el bicarbonato no afecta al pH sistémico ni a la tasa de crecimiento de los tumores primarios pero tiene importantes efectos en la formación espontánea de metástasis”.
Claro que cada vez son más los investigadores que piensan que en el uso de una sustancia que permita alcalinizar el espacio extracelular tumoral -a poder ser, mejor aún que el bicarbonato- y acidificar el intracelular puede estar la respuesta para afrontar eficazmente el cáncer. Solo que mientras los investigadores más atrevidos de la ciencia “oficial” encuentran esa fórmula quizás haya que aprovechar las posibilidades que ofrece el simple bicarbonato sódico y aprender de quien lleva años utilizándolo. De hecho uno de los autores del estudio que antes citamos contó como experiencia personal a un miembro del Consejo Asesor de nuestra revista los casos de dos conocidos suyos enfermos de cáncer que tras tomar entre 40 y 60 gramos diarios de bicarbonato sódico mejoraron notablemente. En uno de ellos el tumor desapareció mientras el otro experimentó una clara mejoría. Y es que a veces dar el paso de la teoría a la práctica no es tan difícil; sobre todo cuando no se tiene nada que perder. Que es lo que viene a enseñar Simoncini a Madrid.

HONGOS Y BICARBONATO
La verdad es que el simple hecho de que el bicarbonato sódico funcione, carezca de efectos secundarios y sea barato debería bastar para que los oncólogos aceptaran utilizarlo o al menos que los pacientes lo tomaran sin más con independencia de que sea útil por ser antifúngico, como sostiene Simoncini, o por ser un alcalinizante natural del entorno tumoral. Y si se acepta que el bicarbonato puede resultar benéfico no se entiende que se rechace de forma apriorística la afirmación de Simoncini de que el cáncer es una enfermedad infecciosa provocada por hongos; concretamente por cándidas.A fin de cuentas hoy día las enfermedades causadas por hongos son muy comunes en pacientes que tienen especialmente dañado su sistema inmune. Es el caso, entre otros, de los enfermos de Sida, de los que ingieren fármacos tóxicos (especialmente los quimioterápicos) y de los que se someten a radiaciones intensas o constantes (incluidas las sesiones de Radioterapia). También suelen aparecer en personas con diabetes y entre quienes han seguido tratamientos prolongados con antibióticos y otros fármacos. De hecho en Medline Plus (www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/yeastinfections.html-, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos y de los Institutos Nacionales de la Salud) puede leerse hoy lo siguiente de las cándidas: “Se trata de hongos que viven en casi todas partes, incluyendo el interior del cuerpo. Por lo general el sistema inmune los mantiene bajo control pero si alguien está enfermo o toma antibióticos pueden multiplicarse y causar una infección”.
Se acepta pues comúnmente que los hongos que pertenecen al género Cándida pueden infectar los órganos internos y las membranas mucosas de la boca, garganta y tracto genital. Y que en las personas con el sistema inmune deteriorado puede originar infecciones crónicas. Los científicos admiten, en suma, la relación de la Cándida con diversas enfermedades. Y la de otros hongos con distintas patologías graves. Pero, de forma inexplicable, se muestran reacios a admitir la posibilidad de que un hongo pueda provocar una infección virulenta y el tumor no sea sino el resultado de la reacción defensiva del organismo que trata de enquistar en el tejido conectivo del órgano invadido la colonia de hongos mediante una hiperproducción celular.

EN PRIMERA PERSONA
Debemos añadir en todo caso que aunque pueda parecerlo la terapia con bicarbonato no es siempre fácil de aplicar. Por eso Tullio Simoncini tiene tanto interés en que sus resultados sean conocidos por los médicos españoles. Es la única manera de lograr que se ponga en práctica en España. Y de ahí que antes de viajar a Madrid haya querido ofrecer a los lectores de Discovery DSALUD un adelanto de sus planteamientos
-Permítanos antes de nada una pregunta: ¿se considera usted un “médico alternativo”?
-Parece que soy alternativo pero soy médico alopático convencional. Simplemente defiendo una teoría infecciosa y una terapia. Y eso es alopatía. El hecho de que yo no quiera destruir a las personas sí es alternativo. A nivel preventivo me entiendo bien con los alternativos pero yo necesito trabajar con gente muy preparada de la medicina convencional. Cuando tengo que poner un catéter en la próstata necesito un profesional que sea capaz de hacerlo, cuando trato un glioblastoma necesito un neurocirujano que me permita acceder al cerebro, cuando necesito sacar una masa del peritoneo necesito un cirujano que haga laparoscopias, cuando tengo que ver una masa en un sitio complicado necesito la ayuda de un buen radiólogo. No pretendo destruir aquello que es bueno. Lo que se necesita es acabar con lo que hace daño y no sirve para nada.
-¿Por qué después de cinco décadas de lucha contra el cáncer se sigue sin hallar una terapia eficaz?
-El gran problema es que todo el edificio de la lucha actual contra el cáncer se sostiene en una idea falsa. Porque si esa idea, la reproducción celular anómala, es falsa… todos los resultados posteriores son falsos. No se puede seguir hablando como hace la medicina oficial de genes, moléculas, receptores... Tenemos que empezar a entender qué es un tumor ¡viéndolo en vivo! Porque cuando uno observa un tumor en la pleura, en los ganglios, en el colon, en el útero o en el hígado ¡siempre se aprecian colonias de hongos de tonos blancos creciendo allí!
-¿Pero cuándo se planteó que el cáncer podría ser un proceso infeccioso provocado por hongos?
-Mire, yo salí de la facultad con grandes dudas sobre la eficacia real de la Medicina por sus escasos resultados en las enfermedades importantes así que al poco tiempo comencé a interesarme por las medicinas alternativas. Y en cierta ocasión, un día en que estaba tratando una psoriasis, enfermedad de etiología desconocida, me pregunté si no estaría en realidad causada por algún hongo. Así que decidí dar al paciente tintura de yodo y comprobé que en efecto el tratamiento funcionaba. Todo indicaba pues que la aplicación destruía algún hongo. Entonces me pregunté cuántas patologías igualmente catalogadas como de etiología desconocida podían ser asimismo causadas por hongos. ¿Quizás el cáncer?, me dije. ¿Y si fuera así y la infección fúngica fuera la causante del absceso sólido que llamamos tumor? Lo siguiente que me planteé fue que, en el caso de que realmente así fuera, habría que buscar un método para destruir los hongos cuando están dentro del organismo. Porque en la piel podemos aplicar tintura de yodo pero, ¿y en el interior?
Recordé entonces que en los servicios pediátricos la candidiasis oral-faríngea de niños alimentados con leche materna era eliminada en tres o cuatro días con bicarbonato de sodio. Y pensé que quizás administrando altas concentraciones de bicarbonato sódico -por vía oral o intravenosa- se pudiese obtener ese mismo resultado en los órganos internos. Así que empecé a hacer pruebas y conseguí de inmediato resultados tangibles. Recuerdo uno de los primeros casos, el de un niño de once años con linfoma cerebral que llevaba en coma quince días. Yo era joven, estaba haciendo su historia clínica y la madre me pedía insistentemente que hiciera al menos algo para que pudiera despedirse de su hijo antes de que muriera. Bueno, pues como yo era de la opinión de que el coma del niño estaba causado tanto por la proliferación de colonias de hongos en el cerebro como por la toxicidad de las terapias que se le habían aplicado supuse que si podía destruir las colonias con las sales de bicarbonato de sodio y, al mismo tiempo, desintoxicar y nutrir el cerebro con glucosa administrada por vía intravenosa cabía esperar una regresión de los síntomas. Así que convencí a la jefa de enfermería de que le pusiera suero con bicarbonato de sodio a las doce de la mañana y cuando volví a las siete de la tarde ¡la madre estaba hablando con el niño! Entendí rápidamente que el bicarbonato sódico había funcionado. Después he seguido resolviendo otros muchos casos. Hoy son ya muchos los años de investigación y avalan mi trabajo numerosos éxitos terapéuticos.
-¿Siempre es la cándida el hongo causante del cáncer?
-Según mi experiencia, siempre. Todas las variedades de hongos que atacan al hombre son variantes suyas. Habrá ciertas diferencias dependiendo de los tejidos pero siempre es un hongo cándida el que inicia el tumor en el ser humano. Lo curioso es que en todos los servicios de Oncología está presente siempre el problema de la Cándida. Dos tercios de los pacientes de cáncer mueren por candidemia, una infección fúngica de la sangre. De hecho muchos científicos han especulado con la relación entre la Cándida y cáncer porque han visto los hongos en los tumores pero lo explican diciendo que la persona primero enferma de cáncer y es después cuando el hongo se parásita en un órgano débil. Hay una educación previa que les lleva a esa interpretación errónea y son incapaces de ver que los hongos también generan tumores en las plantas y los animales. Es un organismo que tiende a crecer hasta el infinito. Existe una colonia en Estados Unidos que actualmente abarca ¡44 hectáreas! Si hay nutrición puede crecer indefinidamente. El hongo nace como microorganismo, como una célula viva, pero puede formar con el tiempo una masa que adquiere la potencia de un animal
-Desde su punto de vista, ¿qué es entonces el tumor?
-Desde el punto de vista de la micología infectiva el tumor es la suma de un ataque del hongo y la reacción del organismo que trata de cercarlo y bloquearlo. Pero el hongo tiene el poder de un animal, es potentísimo, capaz de adaptarse a todo, capaz de contrarrestar todas las sustancias y superar todos los obstáculos. Por eso cuando está en nuestro interior es casi imposible de destruir, tanto con los medios convencionales como con los no convencionales. El éxito, si se da, es casual.
-¿Y no pueden los hongos ser una respuesta del organismo a una situación patológica previa?
-¿Por qué iba el organismo a beneficiar a otro organismo que no forma parte de él? Se trata de una hipótesis metafísica. ¿Y podría trabajar el hongo a favor del organismo humano aunque no forme parte de él? También es una hipótesis metafísica. Cuando uno tiene un tumor grande lo mejor es prescindir de planteamientos metafísicos y acabar con el tumor. Si ayuda o no, no lo sabemos. Pero lo que sirve es que la persona se recupere, que esté bien. Si el hongo ayuda y la persona muere es una ayuda inservible. Para que exista un tumor siempre tiene que haber un hongo y el resto son concausas: el terreno, la psique, la dieta, etc. Ahora bien, son factores importantísimos para prevenir el cáncer. Si uno come bien, hace deporte, es feliz y su terreno biológico es bueno es más difícil que un tumor aparezca. Cuando la situación psicológica es mala, la dieta insuficiente, el terreno pobre y además aparece el tumor corregir los problemas psicológicos, físicos o nutricionales no sirve porque el agresor está ya instalado. Te puedes defender del agresor si la puerta está cerrada pero cuando el ladrón ya está dentro tienes que deshacerte de él. Si cierras la puerta una vez que el ladrón está dentro tu solución ya no sirve de nada.

LA ONCOLOGÍA ESTÁ MUERTA
-Desde la Oncología se nos repite una y otra vez que sus terapias mejoran de año en año
-No es cierto. Es verdad que casi todas las terapias tienen algún efecto positivo, incluso la quimioterapia -que acorta la vida del individuo a menos de un tercio porque una persona que podría vivir tres años vive uno con ella- puede presentar casos de curación. Pero la quimioterapia tiene sólo un dos o tres por ciento de éxito; las vitaminas otro dos o tres por ciento; los métodos integradores otro tanto y los procesos psicofísicos; hasta la virgen de Lourdes. Y no es una chaladura; sencillamente, las últimas investigaciones realizadas han demostrado que el agua de esa zona es muy rica en bicarbonato de sodio. Mire, para que una terapia se pueda considerar realmente efectiva tiene que haber una única causa de la enfermedad. Cuando hay mil posibles causas para una enfermedad todo lo que se postula sobre ella suele ser falso. Aunque el principal problema en el caso del cáncer es que todas esas teorías lo que al final hacen es desviar la atención de la verdadera causa: el hongo.
-¿Son los exámenes histológicos prueba suficiente de la existencia de un cáncer?
-Los exámenes histológicos no sirven para nada. Coge la espina de un erizo y clávatela en la mano. Si no la sacas verás que al cabo de una semana aparece allí una zona blanca. ¿Por qué? Porque el organismo ha estado trabajado tratando de bloquearla para que no cause daños más graves. Bueno, pues si esa espina la colocáramos en el hígado también se formaría como una bola con las células del hígado. Y lo mismo pasaría si la pusiéramos en el cerebelo. Bueno, pues cuando el hongo va a comer se produce una reacción en el tejido que genera nuevas células para combatir la invasión. Una reacción que será siempre la misma pero acompañada de las células específicas de cada órgano. Con lo que en el caso del epitelio tendremos un epitelioma, en el hígado un hepatocarcinoma, en el cerebro un glioblastoma... La reproducción celular no es pues un fenómeno anormal sino un mecanismo de defensa que permite al tejido combatir la invasión de los hongos. Y el examen histológico lo único que refleja es ¡la activación de las defensas! Por tanto no sirve para nada.
-De todo lo que sostiene la Oncología oficial, ¿hay algo de cierto?
-En el ámbito del cáncer sólo hay una absoluta certeza: la Oncología está muerta. Hay más de ocho millones de muertos al año, un 17% de ellos en el período postquirúrgico oncológico. Luego, ¿estamos ante un problema resuelto o en vías de resolución? Obviamente no. Cuando veo en televisión a tantos oncólogos, investigadores y científicos diciendo que la resolución del cáncer está cerca constato sólo que no saben de lo que hablan. Suele ser personas simpáticas y cautivadoras pero sólo pretenden ganarse a la gente con expresiones tan grandilocuentes como vacías de contenido. Mire, las multinacionales farmacéuticas sacan cada seis meses una molécula que venden siempre –una y otra vez- como “la nueva y más prometedora esperanza de la lucha contra el cáncer”. Obviamente pasa el tiempo, el producto se vende de forma masiva y años después se retira porque en realidad no funciona. Lo increíble es que después de tantos años la gente se lo siga creyendo. Es más, algunos no tienen reparo en decir cosas como, por ejemplo, que su nuevo producto aporta “una ventaja del 3%”. Solo que no dicen que la “mejora” es del 3% sobre el 1,5% que se obtenía antes. ¿Y qué tipo de mejora es ésa? Se lo repito: la Oncología sólo ofrece mentiras. Con los tratamientos actuales sobrevive menos del 5% de los pacientes. Y no necesariamente gracias a ellos. Es un auténtico fraude. Después de cien años de investigación y miles de millones de euros en gastos inútiles hay que cambiarlo todo. El actual montaje del cáncer es una farsa. Se está engañando a los pacientes.
-¿Y por qué tanto inmovilismo en torno a la teoría dominante, la molecular, la genética?
-El verdadero problema de por qué no se ha podido curar el cáncer es social. Actualmente vivimos bajo la esclavitud científica y, especialmente, bajo la esclavitud médica. Hubo una época en la que la Teología se aprovechó del miedo a la muerte. Hoy la Medicina juega con el miedo a la muerte y con el miedo al sufrimiento. Bueno, pues al igual que Lutero supuso una evolución religiosa ahora se necesita una revolución ideológica para desenmascarar el negocio existente en torno al cáncer. A ver si se consigue que la gente entienda de una vez que la célula ¡no tiene nada que ver con el cáncer! Mire, la llamada “reproducción celular anómala” es pura sugestión. La gente ve algo que crece y se dice ¡Oh, Dios mío, hay que quitar eso que crece! Pero si uno se lee el tratado oncológico italiano más importante, un tomo enorme, verá en las páginas 71 a 74, donde se habla de la patogénesis, que después de alcanzar tres o cuatro milímetros en tumores sólidos todas las células están en grado cero y no hay reproducción. ¿Qué es entonces lo que crece en el cáncer? No lo saben. El problema es que las teorías moleculares no las hacen los médicos ni los oncólogos, las hacen los biólogos moleculares que no saben nada de Medicina; como los oncólogos no saben nada de Biología. Y la consecuencia es que las terapias que proponen no sólo no son útiles sino que son ineficaces y están llenas de riesgos. Mucho más en el caso de los oncólogos que utilizan terapias muy agresivas. Tienen radioterapias potentísimas, venenos potentísimos, falsos medios de comunicación potentísimos y el soporte de un sistema económico y político que bordea la delincuencia.

EL BICARBONATO SÓDICO, LA TERAPIA MÁS EFICAZ
-¿Y no hay fármacos eficaces frente a los hongos?
-No, todos son ineficaces. Los hongos no son bacterias. Son capaces de adaptarse a todo. Imagine una cebolla. Si la pone en contacto con veneno quizás destruya la primera capa. Y si añade más veneno afectará a la segunda capa pero entonces se produce ya un proceso de adaptación al veneno por lo que cuando éste llegue de nuevo el hongo lo engullirá. ¿Sabía que los fármacos caducados se llevan a unas calderas donde son ¡hongos! los que se encargan de su neutralización? Mire, los quimioterápicos son inútiles contra el tumor porque éste constituye una masa con poros internos intercomunicados que le permiten defenderse mutando rápidamente. Lo único que hacen los productos quimioterápicos es pues destruir las defensas del organismo encargadas de combatir a los hongos. Y eso explica por qué la Quimioterapia hace tanto daño. Si yo tengo un enemigo y destruyo a quien lo bloquea… el enemigo se pasea.
La Radioterapia también favorece el cáncer porque los tumores no están en el vacío sino en conexión con el tejido. Y cuando los quemas mueren primero las células del organismo. Y mientras, el hongo come, se defiende y se escapa.
¿Y la cirugía? Tomemos un tumor de mama. ¿Qué pasa si operamos para extirparlo? Que los hongos pasan al sistema linfático. ¿Y qué hacen los oncólogos entonces? Dar radiación. Y entonces los hongos se desplazan hacia la pleura y los huesos. Por lo que algunos oncólogos propondrán dar de nuevo quimioterapia. ¿El resultado? Que los hongos se van hacia el hígado. En suma, al final se extienden por todas partes.
Además cuando uno va a una zona de hongos e intenta destruirlos a patadas puede que al final en ella deje de haberlos ¡pero toda ella quedará contaminada, intoxicada!
Bueno, pues eso es lo que hacen la Radioterapia, la Quimioterapia y la cirugía.
-¿Y qué hace en los casos de cáncer de mama que son los más habituales entre las mujeres?
-Cuando me viene una paciente con cáncer de mama, aunque el tumor sea bastante grande, hago una pequeña incisión en la mama, le pongo un catéter, inyecto en la zona del tumor bicarbonato sódico, permanece en el área quirúrgica y cierro la herida. Así mientas sea necesario. Luego basta esperar.
-¿Es entonces el bicarbonato sódico la terapia más eficaz contra los hongos?
-Es el único antifúngico realmente eficaz que yo conozco. Seguro que en el futuro la industria acaba encontrando otro pero hoy tenemos éste y es válido. Es un tratamiento que puede además combinarse con otros alternativos e incluso de la medicina convencional. Está por tanto en el punto de intersección de los dos tipos de terapias. Eso sí, mejor aplicarlo cuanto antes, a la más mínima sospecha porque no se sabe nunca cuándo puede empezar a extenderse. Cuando alguien sabe que tiene un tumor –y, por tanto, hongos- me preguntan qué deben hacer. Y yo siempre respondo lo mismo: ante todo evitar a los oncólogos porque éstos matan. Segundo, no caer en el desánimo. Y tercero, seguir mis consejos. El bicarbonato sódico es la única sustancia que conozco que mata a los hongos porque es una sal química a la que el hongo no puede adaptarse. Muere. Si llegas bien al hongo en poco tiempo lo matas siempre.
-¿Y cómo se debe utilizar el bicarbonato sódico?
-La mejor manera de afrontar un cáncer es poner el bicarbonato sódico en contacto con los tumores. Tan estrechamente como sea posible. Es decir, mediante la administración oral para el aparato digestivo, enemas para el recto, duchas vaginales para la vagina y el útero, una inyección intravenosa para el pulmón y el cerebro, y la inhalación para las vías respiratorias superiores. Los senos, los ganglios linfáticos y los nódulos subcutáneos pueden ser tratados con perfusión local. En cuanto a los órganos internos pueden ser tratados con bicarbonato sódico usando catéteres adecuados situados en las arterias (del hígado, páncreas, próstata y extremidades) o en las cavidades (de la pleura o el peritoneo). Para todo ello necesitamos la ayuda de buenos profesionales médicos.
-Entonces una terapia con bicarbonato sódico es sencilla…
-No tanto. Hay que saber cómo aplicar las dosis y observar las reacciones porque cada paciente es diferente. Hay que tener un mínimo de experiencia para realizar bien el tratamiento. Debe tenerse en cuenta por ejemplo que la regresión de las colonias del tumor se produce entre el tercer y cuarto día y el colapso entre el cuarto y quinto por lo que seis días de administración es suficiente. Por lo general un ciclo completo y eficaz se compone de seis días de tratamiento y seis días libres, repetido cuatro veces.
-¿Qué tipo de cánceres son los más fáciles de curar con bicarbonato sódico?
-Los de vejiga, cuello de útero y piel -incluido el melanoma- aparte, claro está, de los tumores de boca y lengua que con un enjuague pueden superarse si son superficiales. Y obviamente el de estómago ya que el bicarbonato sódico se puede ingerir. Luego, una vez el médico tenga confianza y experiencia, puede pasar a tratar tumores más difíciles. Por ejemplo los de tiroides, los metastáticos pequeños de pulmón, los pequeños de cerebro o los de laringe. Y poco a poco tratar los de todo tipo.
-¿Con éxito en todos los casos?
-No. Si una persona tiene un tumor en el colon con metástasis ya en los pulmones y en el cerebro es casi imposible que pueda sobrevivir. No hay nada que hacer con ningún método. Ahora bien, con quimioterapia morirá enseguida pero si escoge el bicarbonato sódico quizás pueda durar más.
- Si tan fácil le puede resultar a un médico, ¿puede explicarnos cómo debe de abordarse el tumor de vejiga?
-Como antes dije se tiene que poner siempre en contacto el bicarbonato sódico con el tumor. Así que en el caso del cáncer de vejiga se tiende al enfermo en la camilla -con dos almohadones debajo de la pelvis para que no se salga el bicarbonato-, se le pone un catéter y se le infunden 100, 150, 200 o 250 ml. Depende de la reacción que tenga y del tamaño de la persona.
Los hongos mueren a los entre 6 y 10 minutos de que el bicarbonato sódico toque toda la pared. El enfermo tiene que estar estirado ese tiempo en posición supina, otro tanto girado hacia la izquierda y lo mismo hacia la derecha y bocabajo. En total pues unos 24 a 40 minutos cada sesión. Ahora bien, para acabar con toda una colonia de hongos -de uno o dos centímetros de espesor por ejemplo- se necesitan cinco o seis sesiones en días alternos. Con lo cual para la vejiga conviene hacerlo seis días seguidos manteniendo siempre el catéter y después, en días alternos y durante dos semanas. Luego se quita el catéter y al cabo de dos semanas se vuelve a hacer el ciclo completo. Finalizado el segundo ciclo en el 90-95% de los casos los hongos han desaparecido por completo.
-¿Con alguna posible complicación?
-A veces aparece sangre, signo de la existencia de una lesión interna, pero una vez el bicarbonato vaya matando las colonias el tejido se irá regenerando y la sangre desaparecerá. En 5 o 6 días. El único posible problema es que se sienta un poco de quemazón a las dos o tres horas que se resuelve con lavados de suero fisiológico.
Cuando hablamos de terapias endovenosas con 500 ml al 5% los posibles problemas son una clara sensación de sed y una ligera debilidad pero no es habitual. Eso sí, todos los sueros con bicarbonato sódico para infusiones locales -en cualquier parte- tienen que ser calientes, bastantes calientes.
-¿Y en el caso del cáncer de cuello de útero?
-Pues es uno de los más sencillos de tratar. Basta introducir el bicarbonato sódico en la cavidad vaginal y empapar bien el cuello del útero. La paciente se tiene que introducir en una bañera -lo más oblicua posible- a la que se echarán seis o siete litros de agua tibia caliente más dos cucharadas de bicarbonato sódico por cada litro. Y luego, con una pera, ir introduciendo el líquido en la vagina. Diez o veinte minutos. Lo que importa es asegurar el contacto de toda la zona con el líquido. Eso sí, durante el tratamiento la mujer deberá abstenerse de mantener relaciones sexuales.
-¿Y no seria útil aprovechar para añadir otras sustancias complementarias al bicarbonato sódíco? ¿Vitaminas, minerales, antioxidantes…?
-Si se añaden otras sustancias se puede neutralizar el efecto del bicarbonato. Debe usarse sólo y con agua pura, ni siquiera con suero fisiológico.
-Una última pregunta: ¿en general son caros estos tratamientos?
-Mire, un tumor de vejiga se puede curar con un simple catéter y un gasto de 100 euros. Y los cánceres de piel –incluidos los melanomas- por 20 euros con un 95% de éxito. ¿Le valen como ejemplos?
Evidentemente nos valen. Terminamos indicando que las personas interesadas en el tema podrán ampliar la información aquí ofrecida de forma somera con el propio doctor Tullio Simoncini asistiendo al congreso al que éste acudirá en Madrid a finales de octubre. Una ocasión que a nuestro juicio ningún profesional de la salud inteligente debería dejar pasar.


Antonio F. Muro

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