domingo, 2 de noviembre de 2008

.Razones para quedarme en Argentina hay de sobra.

















Razones hay de sobra.Les tiro una: en el planeta existen siete naciones autosuficientes en la producción de alimentos para su población; la nuestra es una de estas elegidas: en sus campos crecen 2,5 toneladas de granos cada segundo, día y noche, y pastan dos vacas por habitante (Fidel Castro dixit). Es además el primer país del mundo de producción de alimentos per cápita.

Otra: en la mayor cárcel al aire libre del orbe, eufemísticamente llamada el paraíso de las libertades individuales, vegetan al presente- según la revista TIME - 6.6 millones de presos
(la mitad de la población del Gran Buenos Aires), o bien un interno por cada 32 (¡!) habitantes de los Estados Unidos. Y allí, con tres ofensas (delitos) quedás adentro per saecula saeculorum....
En la mayor democracia real de la Tierra, que es la bendita Argentina (y por la que todos nos envidian), con 36 millones de almas hay 62.877 encarcelados, esto es uno por cada 600 pobladores. En buen romance: en USA – donde mueren en una masacre constante 40.000 personas al año (lo mismo que en Brasil) por efecto de armas de fuego - las posibilidades de marchar preso son 20 veces mayores que aquí. Quien alguna vez pensó en tomárselas, sepa elegir... * Otra cosa importante: el clima benigno y soleado (medido en horas de luz): Glasgow, 24% sobre las 4.383 horas posibles; París, 36%; Buenos Aires, 59%; y la Puna hasta ¡75%!*
Todo esto sin contar que tenemos las mujeres con los cabellos más lindos del mundo y que es el único país donde se sigue tirando la miga porque “engorda”; sin considerar la proverbial e innata generosidad y cordialidad de sus pobladores; y sin reparar tampoco en la educación y la salud gratuitas (En una reciente campaña de una familia argentina a fin de recaudar 35.000
US dólares para una operación por cardiopatía congénita de su hijita en Boston, respondió en
LA NACION Guillermo Kreutzer, Jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez: “Aquí se efectúan de seis a ocho intervenciones similares por mes con resultados absolutamente comparables a lo mejor del mundo en forma gratuita”).
Aquellos amantes del 4x4 que exploraron en otras latitudes las posibilidades de practicar el offroading y overlanding auténtico, llegaron a esta conclusión: Europa, olvídala, toda cercada, alambrada y con BSE; Norteamérica, enteramente asfaltada y off limits por donde mires y pises; Africa, Mau Mau y HIV, qué más. Quedaría Australia, pero el continente está dividido de Este a Oeste por el famoso rabbit fence, largo 3.500 kilómetros, y las moscas son tan extremadamente molestas que te venden el sombrero de cuero de kanguro con unos corchos colgando para que los insectos no te cubran la cara; e incendios, incendios, incendios... ¿Sudamérica? El Mato Grosso impenetrable y con malaria, o los Andes verticales. Resta como única comarca la Argentina para que circules a tus anchas y sin restricciones de Palermo a la Puna, y hasta para subir – único caso en el planeta – con un vehículo todo terreno a más de 6.000 metros.
¿Hay todavía alguien en la cola para retirar visa? Para Noruega por ejemplo, el país de la tan mentada “más alta calidad de vida en el mundo”. Lo que no dice la famosa estadística: y la nación con los mayores problemas de drogas, alcohol y el más elevado porcentual de suicidios.
O a la India quizá, país del Taj Malal, donde cada día mueren 80 personas mordidas por víboras ponzoñosas (30.000 x año). Pero tal vez te tienta el Mercado Común. Aznar y Berlusconi capaz te esperan allí con alfombra roja. Y por ahí podrías, con algo de suerte, encontrar trabajo en Bruselas, en la oficina que se dedica en forma exclusiva a verificar ¿sabes qué?: La curvatura que deben tener pepinos y bananas para que en el Mercado Común puedan venderse al público. ¡No, no es chiste!
Te digo algo: quedate aquí. En el restorán Jazmin, en el Bajo Belgrano, tenés para elegir entre 55 platos y 20 postres por menos de tres euros. Qué otro país como éste: ni volcanes, huracanes, tsunamis o alcoholismo endémico. ¿Te gusta acaso esa pulcra e impecable casita de muñecas llamada Nueva Zelanda? Anotá: 14.000 temblores y terremotos por año y esperan la próxima ola gigante. ¿Realmente no sabías que vivís en el verdadero y único paraíso terrenal? ¿Hambre? ¿Dónde? Ya lo escribió (caso real) por los años 20 en una carta a la mamma aquél inmigrante italiano: -Qui nessuno lavora, ma mangiano lo stesso
Me parecio muy bueno y lo comparto con Uds. No todo esta perdido, si no hicieramos la vista a un lado casi todos los dias, pienso que estariamos muy bien.

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