¿Quiero regalar mis ojos para no ver como muero?
Quiero.
Quiero.
¿Cómo muero entre tus manos?
Sí, lo quiero.
Porque la luz es la espada
que atraviesa mi cerebro
ya no quiero mas la luz.
Soy amiga de lo negro.
Quiero no saber de mí
mientras me voy deshaciendo.
No tuve vida.No fuí.
Era sólo un pensamiento.
Y nisiquiera eso era,
era espuma,era viento,
era suave oscuridad
encarcelada en un cuerpo.
Venid y tomad de mí
que me regalo yo toda,
que de mí ya nada quiero.
Al aire mis brazos van,
al fuego mi piel,mi sexo,
dejad que los buitres vengan
y picoteen mis pechos.
Ya nada quiero de mí.
formas oscuras salen de mis restos,
y si no soy,nada siento.
Que bello dolor emerge
de entre las brasas del suelo,
y al consumirse la vida
ya de todo me libero.
Seré nada en ningún cielo,
noche en un día eterno.
Negra luz sobre un cristal
donde no tengo reflejo.
Porque al fin yo ya no existo
nisiquiera en el infierno...
era espuma,era el viento
Florinda Ramos
1 comentario:
La música de su rima y el contenido, a veces hasta grotesco de sus palabras han llegado a mí de manera especial. Claudia, has traído una poesía que contiene todo lo necesario para llegar al alma.
Rudy
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