PLANIFICACIÓN FINANCIERA PERSONAL
Autor: Financial Planning Association / Traducción y Adaptación: Débora Grätzer
El Día de San Valentín es una fecha en la cual las parejas suelen “gastar” dinero en el otro, mas no intercambian ideas sobre cómo o en qué dicho dinero debería ser gastado.
Sin embargo, una encuesta sobre las parejas y el dinero publicada en noviembre de 2009 por Capital One (www.capitalone.com) señala que los jóvenes entre los 18 y los 34 años son más proclives a tener conflictos sobre el dinero con su pareja: el 36% tiene desacuerdos con su pareja cada mes (o a veces aún con más frecuencia). El 65% de aquellos entre los 18 y los 34 años y el 41% de aquellos entre los 25 y los 34 años informaron haber discutido sobre dinero con sus parejas en los últimos 12 meses.
Los problemas de dinero pueden abrumar y tener un fuerte impacto sobre la relación, especialmente cuando se trata de una pareja a punto de casarse o de iniciar una convivencia. A continuación, les ofrecemos 10 consejos que pueden contribuir a evitar conflictos:
1. Acordar que el dinero es un tema sobre el cual debe hablarse: Si bien no toda pareja precisa establecer un día y hora preestablecidos para una conversación mensual, ello puede ser de utilidad. Lo primero que toda pareja debería discutir en su primera charla sobre el dinero es si, de hecho, se sienten capaces de abordar el tema. Asimismo, es importante intercambiar información sobre cuál ha sido el comportamiento de los padres de los integrantes de la pareja con respecto al dinero, y si esta es una conducta que vale la pena adoptar o, por el contrario, evitar. Más importante aún es reconocer que en el transcurso de la relación inevitablemente aparecerán problemas relacionados con el dinero: debe establecerse entonces cómo se manejarán las distintas situaciones para evitar una escalada de conflictos.
2. Intercambiar estados financieros: Antes de discutir quién va a pagar la cuenta de la luz, las parejas deben saber si pueden pagarla. Cada uno de los integrantes de la pareja debería revisar sus finanzas, estados de cuenta, deudas y realizar una planificación anual que contemple algunos imprevistos. Luego la pareja intercambiará su información.
3. Enfrentar el pasado: Si alguno de los integrantes de la pareja estuvo previamente casado o involucrado en una convivencia, es posible que haya gastos relacionados con hijos, deudas contraídas con la anterior pareja, etc. Uno no está listo para lidiar con el dinero, hasta comprender realmente cómo cada una de las partes se ha comportado en relación con el dinero en el pasado. Esta es la instancia en la cual se deben establecer las prioridades financieras con respecto a hijos de anteriores parejas y sobre cómo se saldarán -de existir- las deudas (¿lo hará la parte que la contrajo? ¿lo hará junto con su nueva pareja?).
4. Intercambiar ideas sobre proyectos que involucran dinero: Parte de la razón por la cual las discusiones sobre el dinero resultan tan estresantes para las parejas radica en el hecho de que por lo general están asociadas al concepto de "problemas". Resulta importante enfocarse en aspectos positivos que se relacionen con el dinero, como por ejemplo cómo costear un viaje que se desea realizar, cómo y cuándo será posible comprar una casa, o tener hijos.
5. Confeccionar un presupuesto: Cuando una pareja se casa o decide iniciar una convivencia, es necesario confeccionar un presupuesto. El primer paso, una vez establecidos los ingresos de cada uno, consiste en analizar los gastos realizados en función de los ingresos y llevar a cabo una proyección para los siguientes 3 meses, previendo los gastos importantes que puedan avecinarse. Es posible que la pareja precise de asesoramiento. Ello es fácil de obtener, consultando a un Planificador Financiero, quien ayudará a realizar un análisis más profundo con respecto a cómo se gasta el dinero o cuáles son las mejores estrategias para ahorrar o realizar inversiones.
6. Decidir si se unficarán los ingresos (y cómo): Ser una pareja significa construir y compartir una “conexión” financiera. Cuán profunda sea ésta, depende de qué es lo que la pareja quiera, desee o proyecte. Para ello es importante intercambiar ideas sobre cuentas bancarias compartidas y la posibilidad de tener acceso a los ahorros o inversiones del otro. Esta es una conversación particularmente relevante cuando una pareja está planificando casarse. Tener cuentas bancarias compartidas posee ciertas ventajas (permiten simplificar el registro de los movimientos y brinda mayor transparencia sobre lo que cada integrante de la pareja hace con el dinero). Cuentas bancarias separadas permitirá, por un lado, mayor independencia, pero, asimismo, una mayor responsabilidad individual sobre el dinero.
7. Ser cuidadosos sobre créditos conjuntos: Hubo una época en la cual a las mujeres no les resultaba fácil acceder a un crédito, y por ende, dependían de sus maridos. Pero una vez que éstos fallecían, carecían de medios para obtenerlo por falta de antecedentes crediticios. Ello cambió a partir de los años ’70 y resulta significativamente importante que ambas partes puedan acceder a créditos a su nombre y tener un “buen historial” sobre el uso y el pago de éste. El o la cónyuge sobreviviente que nunca obtuvo un crédito puede encontrarse con dificultades -frente al fallecimiento de su pareja- para obtener un crédito, ya que no posee antecedente alguno. Por otra parte, al fallecer una de las partes, quien sobrevive usualmente debe hacerse cargo de los pagos de los créditos conjuntos con un solo ingreso. Por ello es importante mantener estas operaciones controladas.
8. Considerar un acuerdo prenupcial: Si uno, o ambos integrantes de la pareja poseen un importante capital o prioridades sobre el uso de determinada cantidad de dinero con fines específicos, como obras sociales, caridad o ayuda a la familia, vale la pena discutir sobre la posibilidad de establecer un acuerdo prenupcial. Un Planificador Financiero puede colaborar, asesorando a las partes, de modo tal que el acuerdo sea igualitario para ambos integrantes de la pareja.
9. Conversar sobre ahorros a largo plazo e inversiones: Aún cuando la pareja lleve sus finanzas en forma independiente, necesitan preparar un plan conjunto de retiro, para maximizar el uso del dinero por el cual han trabajado. Con la orientación de un Planificador Financiero, la pareja logra definir sus objetivos, deseos y necesidades para la etapa del retiro, estableciendo consecuentemente, cuánto será necesario ahorrar o invertir.
10. Planificar para enfrentar imprevistos: Las parejas deberían establecer “redes de seguridad” financiera desde el comienzo. El primer objetivo debería ser el de construir un fondo de emergencia que pueda cubrir entre 3 y 6 meses de gastos regulares. Luego, dependiendo de las condiciones y circunstancias de la pareja (si han tenido o no hijos, realizado inversiones, etc.) la pareja debería establecer un fondo de mayor envergadura, sumado a la toma de decisiones sobre herederos, seguros de vida, poderes para acceder a inversiones, etc. Si bien las conversaciones sobre estas situaciones generan angustia y resistencia, siempre es mejor mantenerlas antes de que una enfermedad o una emergencia financiera torne imposible la toma de buenas decisiones.
1 comentario:
Hola amiga.
La independncia economica de la mujer es fundamental ( en mi opinion).
Cuando mi hija se caso la invite a que lo hiciera con separacion de Bienes , yo no lo hice por que la verdad, ni sabia que se podia hacer, cuando me case no tenia derecho ( como mujer) ni a tener una cuenta bancaria, ni pasaporte....tenia que ir " mi marido" para autorizarme !!!
Las cuentas claritas, cada uno lo suyo y si se desea "ademas" hacer una cuenta conjunta estupendo.
El amor no lo puee todo !!
besitos
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