Tiene algún sentido talar un árbol para hacer un ataúd en el siglo XXI?
Restbox
La verdad es que ataúdes ecológicos y económicos han existido desde el principio de la historia. El ser humano siempre ha tenido sentido de trascendencia y respeto por el final de la vida y cada cultura ha despedido a sus difuntos de diferentes maneras: incineración, enterramiento directamente en la tierra con sus enseres, en sencillos ataúdes de madera, …
Ha sido en las últimas décadas cuando la muerte se ha convertido en un gran negocio de cuasi-monopolio en muchas zonas y la oferta de productos destinados a las familias de los fallecidos (que no a estos) se ha disparado en variedad, precio, sofisticación y por supuesto, coherentemente con nuestra sociedad, insostenibilidad.
Sólo en Europa se talan anualmente más de un millón de árboles para fabricar ataúdes y las piezas metálicas, plásticas, aditivos y adhesivos de su interior son perjudiciales para el medioambiente.
Recientemente ha sido noticia la idea de Karina Sandoval, una estudiante mexicana de Diseño Industrial de la Universidad Iberoamericana (UI), que ha diseñado un ataúd ecológico y económico que presenta varias ventajas frente a los convencionales de madera:
- Está construido con cartón, resinas y asas de cuerda de algodón
- No contamina el suelo y reduce los costes del funeral
- Se podrá quemar junto con el cuerpo si la familia opta por incinerarlo
- Si se entierra, se desintegra en unos meses
- Puede ser accesible para más personas. En México, y muchos otros países, se registran decenas de muertes violentas cada día
De momento, el precio de ese ataúd prototipo es unos 320 dólares -250 euros- y están estudiando cómo reducirlo porque, aunque ya es sensiblemente inferior a los precios medios en España que oscilan entre entre 400 y 3.000 euros, existen ataúdes de cartón a menos de 100 euros.
Esta loable iniciativa mexicana es muy adecuada para personas que no quieran participar del capitalismo de la muerte, que quieran ser más respetuosos con el planeta en la desencarnación física, o simplemente para ahorrar gastos y contaminación en las tragedias cuando se entierran a tantas personas juntas. Pero no es la única alternativa ecológica.
Algunas funerarias re-utilizan los féretros: usan uno vistoso en el velatorio y luego lo cambian por otro inferior en precio para incinerar o enterrar. También hemos visto los coches fúnebres eléctricos y en este completo artículo de la revista Consumer nos ofrecen un listado de empresas dedicadas a hacer más verde y económico este negocio del ocaso. Citamos algunas:
- La funeraria inglesa Natural Death Centre ofrece “eco-féretros” hechos de madera con certificación ecológica “FSC”, de cartón reciclado, de bambú y de otras fibras vegetales sin ningún tratamiento de barniz, ni elemento metálico o sintético tóxico. El féretro se entierra en un “bosque memorial”, cubierto de flores y arbustos para que el cuerpo se descomponga de manera natural. Hay más de 200 terrenos destinados a este uso en el Reino Unido.
- Ecopod diseña eco-féretros de papel reciclado inspirados en el Antiguo Egipto para usar tanto para la cremación como para los enterramientos bajo tierra, y otro de sus originales productos es la “semilla-ataúd”, un sarcófago biodegradable que acaba generando vida en la tierra.
- La empresa Somerset Willow los fabrica con mimbres y son realmente preciosos y muy mucho más emocionales/menos fríos
- Capsulamundi es un proyecto italiano que consiste en un recipiente reciclado en forma de semilla para que alimente un árbol.
En ESPAÑA destacan:
- Ecowood Logic que ha desarrollado el “maderón”, un material ecológico mezcla de cáscara de almendra molida y una resina cuyo acabado final es similar a cualquier madera noble utilizada por la industria funeraria. Además, este tipo de ataúd no necesita llevar el cofre de zinc de los féretros tradicionales y evita el impacto ambiental
- Restbox que fabrica ataúdes de cartón reciclable. Ellos explican que por cada árbol necesario para construir un ataúd convencional, se pueden hacer 100 ataúdes de cartón y así se reduce la reforestación provocada por este sector. Además, las piezas plásticas que llevan son biodegradables.Tienen ataúdes para mascotas y kits para catástrofes.
Las alternativas ecológicas seguirán creciendo en oferta y demanda a medida que la sociedad rompa con convencionales en este tema, simplifique la vida diaria y por tanto también los funerales, integre que la conciencia sobrevive al cuerpo y que los ataúdes NO son nuestra casa final sino sólo una cáscara, y paralelamente, el sector funerario facilite las homologaciones pertinentes a lo que es reacio por no perder su lucrativo negocio.
De todas formas, como la entrada al Cielo no se puede comprar con riquezas materiales, mejor nos vamos dejando el mundo un poco mejor porque verdaderamente no tiene ningún sentido que vivamos apoyando iniciativas para plantar millones de árboles y talemos uno para nuestros huesos…
Más información: El Mundo
1 comentario:
Vamos a terminar encapsulando a los cuerpos en cristal para seguir con el culto a la muerte cruel y dolorosa,celebremos la vida de quien estuvo y dejemos de alimentar el comercio del rito al cadaver.
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